Jesus was going through a field of grain on the sabbath. His disciples were hungry and began to pick the heads of grain and eat them. When the Pharisees saw this, they said to him, “See, your disciples are doing what is unlawful to do on the sabbath.” He said to the them, “Have you not read what David did when he and his companions were hungry, how he went into the house of GΘD and ate the bread of offering, which neither he nor his companions but only the priests could lawfully eat? Or have you not read in the law that on the sabbath the priests serving in the temple violate the sabbath and are innocent? I say to you, something greater than the temple is here. If you knew what this meant, I desire mercy, not sacrifice, you would not have condemned these innocent men. For the Son of Man is Lord of the sabbath.”
HOMILY
The Son of Man is Lord of the sabbath.
We find an interesting feature in today’s Gospel: Not only was this event used to criticize Jesus back in the day; it’s also used today to criticize Jesus, as modern readers try to turn this event into something that it isn’t—a justification to violate GΘD’s law. The logic goes something like this: If Jesus violated the Sabbath law, then I can violate certain laws of GΘD too, as long as my motives and reasons are pure. To combat this logic, let’s begin with this truth: Jesus never sinned, and he never recommended or encouraged anyone to violate the law of Moses. To this we can add that Jesus was not inclined to offer up or endorse any situational exceptions or loopholes. So, if you ever hear anyone quoting this passage, and then upholding the idea of situational exceptions or loopholes, you’ll know immediately that their understanding of this text is faulty. The truth of the matter is this: What Jesus was violating was not the Law of Moses concerning the sab-bath rest, but the arbitrary man-made laws of the Jewish leaders concerning the Sabbath rest—their so-called traditions. The sabbath was established for the Jewish people so that they could remember and reflect upon their special relationship with GΘD, who had delivered them from slavery and given them rest. But the Pharisees focused on what you can’t do and failed to see what you should do. We too have been given a sabbath rest, that allows us to focus on what we should do to live a worthy Christian life. Since this is our main focus, then we shouldn’t let secondary things distract us. Just like the Jewish people, GΘD has a special relationship with us, and he has also delivered us from slavery—our slavery to sin and death. And to protect this relationship with him, he asks that, in obedience, we follow the rules. There are no exceptions; there are no loopholes. There is only love and obedience, and when we enter into these we find rest, because…
…the Son of Man is Lord of the sabbath.
ACT OF SPIRITUAL COMMUNION
O my Jesus,
I believe that You are present in the Most Holy Sacrament. I love You above all things, and I desire to receive You into my soul. Since I cannot at this moment receive You sacramentally, come at least spiritually into my heart. I embrace You as if You were already there, and I unite myself wholly to You. Never permit me to be separated from You. Amen.
TIEMPO ORDINARIO
VIERNES DE LA DÉCIMO QUINTO SEMANA ~ 2020
EVANGELIO
Mateo 12, 1-8
Un sábado, atravesaba Jesús por los sembrados. Los discípulos, que iban con él, tenían hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comerse los granos. Cuando los fariseos los vieron, le dijeron a Jesús: “Tus discípulos están haciendo algo que no está permitido hacer en sábado”. Él les contestó: “¿No han leído ustedes lo que hizo David una vez que sintieron hambre él y sus compañeros? ¿No recuerdan cómo entraron en la casa de DIΘS y comieron los panes consagrados, de los cuales ni él ni sus compañeros podían comer, sino tan sólo los sacerdotes? ¿Tampoco han leído en la ley que los sacerdotes violan el sábado porque ofician en el templo y no por eso cometen pecado? Pues yo digo que aquí hay alguien más grande que el templo. Si ustedes comprendieran el sentido de las palabras: Misericordia quiero y no sacrificios, no condenarían a quienes no tienen ninguna culpa. Por lo demás, el Hijo del hombre también es dueño del sábado”.
HOMILÍA
El Hijo del Hombre es Señor del sábado.
Encontramos una característica interesante en el Evangelio de hoy: este evento no solo se usó para criticar a Jesús en el pasado; También se usa hoy para criticar a Jesús, ya que los lectores modernos intentan convertir este evento en algo que no es, una justificación para violar la ley de DIΘS. La lógica es algo como esto: si Jesús violó la ley del sábado, entonces yo también puedo violar ciertas leyes de DIΘS, siempre y cuando mis motivos y razones sean puros. Para combatir esta lógica, comencemos con esta verdad: Jesús nunca pecó, y nunca recomendó ni alentó a nadie a violar la ley de Moisés. A esto podemos agregar que Jesús no estaba dispuesto a ofrecer o respaldar ninguna excepción situacional o laguna. Entonces, si alguna vez escuchas a alguien citando este pasaje, y luego defiendes la idea de excepciones situacionales o lagunas, sabrás de inmediato que su comprensión de este texto es defectuosa. La verdad del asunto es esta: lo que Jesús estaba violando no era la Ley de Moisés sobre el descanso sabático, sino las leyes arbitrarias hechas por el hombre de los líderes judíos sobre el descanso sabático, sus llamadas tradiciones. El sábado fue establecido para el pueblo judío para que pudieran recordar y reflexionar sobre su relación especial con DIΘS, que los libró de la esclavitud y les dio descanso. Pero los fariseos se centraron en lo que no puedes hacer y no pudieron ver lo que debes hacer. A nosotros también se nos ha dado un descanso sabático, que nos permite concentrarnos en lo que debemos hacer para vivir una vida cristiana digna. Dado que este es nuestro enfoque principal, no debemos permitir que las cosas secundarias nos distraigan. Al igual que el pueblo judío, DIΘS tiene una relación especial con nosotros, y también nos ha liberado de la esclavitud, nuestra esclavitud al pecado y la muerte. Y para proteger esta relación con él, pide que, en obediencia, sigamos las reglas. No hay excepciones No hay escapatorias. Solo hay amor y obediencia, y cuando entramos en ellos encontramos descanso, porque ...
... el Hijo del Hombre es el Señor del sábado.
EL ACTO DE COMUNIÓN ESPIRITUAL
Oh Jesús mío,
Creo que estás presente en el Santísimo Sacramento. Te amo por encima de todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Como no puedo recibirte en este momento sacramentalmente, entra al menos espiritualmente en mi corazón. Te abrazo como si ya estuvieras allí, y me uno completamente a ti. Nunca permitas que me separe de ti. Amén.