ORDINARY TIME ~ CYCLE B-1 FRIDAY of the THIRTIETH WEEK
GOSPEL Luke 14:1-6 On a sabbath Jesus went to dine at the home of one of the leading Pharisees, and the people there were observing him carefully. In front of him there was a man suffering from dropsy. Jesus spoke to the scholars of the law and Pharisees in reply, asking, “Is it lawful to cure on the sabbath or not?” But they kept silent; so he took the man and, after he had healed him, dismissed him. Then he said to them, “Who among you, if your son or ox falls into a cistern, would not immediately pull him out on the sabbath day?” But they were unable to answer his question.
HOMILY
Jesus asked the Pharisees, “Is it lawful to cure on the sabbath or not?” But they kept silent.
Although today’s gospel ultimately ends in yet another conflict between Jesus and the Pharisees, it’s really about the love and confidence between the two central characters—Jesus and the sick man. What hope and joy must have filled this poor man’s heart as he sat there suffering from his disease. The man says nothing while Jesus asked the Pharisees, “Is it lawful to cure on the sabbath or not?” Luke adds, “At this they kept silent.” But rest assured, their silence was loaded with hostility. Jesus risked his reputation in the eyes of the Pharisees for the sake of a sick man, who is obviously a sinner, according to their way of thinking. Even so, Jesus heals him and sends him on his way. Like the Lord, we, too, must do the right thing, no matter what. What lessons can we learn from all this? First, even if people are religious, and even if some of them are in a position of authority, they sometimes show little or no respect for others in their hour of need. Second, the Lord’s outlook is always to treat others with love and respect, regardless of their circumstances. You and I are called to take our lead from Jesus; his way of relating to others must be ours, with, of course, the help of the Holy Spirit. May we never be silent to the needs of others.
Jesus asked the Pharisees, “Is it lawful to cure on the sabbath or not?” But they kept silent.
TIEMPO ORDINARIO ~ CICLO B-1 VIERNES de la TRIGÉSIMA SAMANA
EVANGELIO Lucas 14, 1-6 Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Había allí, frente a él, un enfermo de hidropesía, y Jesús, dirigiéndose a los escribas y fariseos, les preguntó: “¿Está permitido curar en sábado o no?” Ellos se quedaron callados. Entonces Jesús tocó con la mano al enfermo, lo curó y le dijo que se fuera. Y dirigiéndose a ellos les preguntó: “Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su burro o su buey, ¿no lo saca enseguida, aunque sea sábado?” Y ellos no supieron qué contestarle.
HOMILÍA
Jesús preguntó a los fariseos: “¿Es lícito curar en sábado o no?” Pero guardaron silencio.
Aunque el evangelio de hoy finalmente termina en otro conflicto entre Jesús y los fariseos, realmente se trata del amor y la confianza entre los dos personajes centrales: Jesús y el enfermo. Qué esperanza y alegría debió haber llenado el corazón de este pobre hombre mientras estaba sentado allí sufriendo de su enfermedad. El hombre no dice nada mientras Jesús pregunta a los fariseos: “¿Es lícito curar en sábado o no?” Lucas agrega: “Al oír esto, guardaron silencio”. Pero tenga la seguridad de que su silencio estaba cargado de hostilidad. Jesús arriesgó su reputación a los ojos de los fariseos por causa de un enfermo, que evidentemente es un pecador, según su forma de pensar. Aun así, Jesús lo cura y lo envía por su camino. Como el Señor, nosotros también debemos hacer lo correcto, pase lo que pase. ¿Qué lecciones podemos aprender de todo esto? Primero, incluso si las personas son religiosas, e incluso si algunas de ellas están en una posición de autoridad, a veces muestran poco o ningún respeto por los demás en su hora de necesidad. En segundo lugar, la perspectiva del Señor es siempre tratar a los demás con amor y respeto, independientemente de sus circunstancias. Tú y yo estamos llamados a seguir el ejemplo de Jesús; su forma de relacionarse con los demás debe ser la nuestra, con, por supuesto, la ayuda del Espíritu Santo. Que nunca guardemos silencio ante las necesidades de los demás.
Jesús preguntó a los fariseos: “¿Es lícito curar en sábado o no?” Pero guardaron silencio.