When you lift up the Son of Man,
then you will realize that I AM.
A reading from the holy Gospel according to John
JESUS said to the Pharisees: “I am going away and you will look for me, but you will die in your sin. Where I am going you cannot come.” So the Jews said, “He is not going to kill himself, is he, because he said, ‘Where I am going you cannot come’?” He said to them, “You belong to what is below, I belong to what is above. You belong to this world, but I do not belong to this world. That is why I told you that you will die in your sins. For if you do not believe that I AM, you will die in your sins.” So they said to him, “Who are you?” Jesus said to them, “What I told you from the beginning. I have much to say about you in condemnation. But the one who sent me is true, and what I heard from him I tell the world.” They did not realize that he was speaking to them of the Father. So Jesus said to them, “When you lift up the Son of Man, then you will realize that I AM, and that I do nothing on my own, but I say only what the Father taught me. The one who sent me is with me. He has not left me alone, because I always do what is pleasing to him.” Because he spoke this way, many came to believe in him.
The Gospel of the Lord.
HOMILY
When you lift up the Son of Man,
then you will realize that I AM.
THE symbol of Israel’s sin—the serpent with its poisonous bite—is transformed into a sign of salvation. Moses places a bronze serpent on a pole so that all who repent of their sins and gaze upon it may be cured by the Lord. Its spiritual meaning is that confessing our sins purifies the mind and heart. The people come to a new outlook when they admit that their grumbling is destructive, and that despising the manna that the Lord had provided for them was an act of total ingratitude. The early Church recognized in this symbol a sign of Jesus on the Cross. Saint Paul wrote: “For our sake GΘD made the Sinless One to be sin, so that in him we might become the very holiness of GΘD” (2 Corinthians 5:21).
The image of Jesus hanging on the Cross certainly shows the effects of human violence, but it also reveals the immense love of GΘD. Now, because of the Cross, we are able to conform our lives to Christ, and to become children of GΘD. By the Lord’s willingness to endure with perfect love the violence of the Crucifixion, he has forced the poison of sin out of our system. Jesus has been lifted up on the Cross, and now we know that he is truly the great I AM.
My brothers and sisters, in a few days from now we will celebrate Palm Sunday, the beginning of Holy Week. Perhaps today would be a good time to start contemplating the Cross of Christ.
ACT OF SPIRITUAL COMMUNION
O MY Jesus, I believe that You are present in the Most Holy Sacrament. I love You above all things, and I desire to receive You into my soul. Since I cannot at this moment receive You sacramentally, come at least spiritually into my heart. I embrace You as if You were already there, and I unite myself wholly to You. Never permit me to be separated from You. Amen.
ESPAÑOL
Evangelio
Juan 8, 21-30
Cuando hayan levantado al Hijo del hombre,
entonces conocerán que Yo Soy.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
Evangelio
Jn 8, 21-30
EN aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Yo me voy y ustedes me buscarán, pero morirán en su pecado. A donde yo voy, ustedes no pueden venir”. Dijeron entonces los judíos: “¿Estará pensando en suicidarse y por eso nos dice: ‘A donde yo voy, ustedes no pueden venir’?” Pero Jesús añadió: “Ustedes son de aquí abajo y yo soy de allá arriba; ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. Se lo acabo de decir: morirán en sus pecados, porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados”. Los judíos le preguntaron: “Entonces ¿quién eres tú?” Jesús les respondió: “Precisamente eso que les estoy diciendo. Mucho es lo que tengo que decir de ustedes y mucho que condenar. El que me ha enviado es veraz y lo que yo le he oído decir a él es lo que digo al mundo”. Ellos no comprendieron que hablaba del Padre. Jesús prosiguió: “Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces conocerán que Yo Soy y que no hago nada por mi cuenta; lo que el Padre me enseñó, eso digo. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a él le agrada”. Después de decir estas palabras, muchos creyeron en él.
Palabra del Señor.
HOMILÍA
Cuando hayan levantado al Hijo del hombre,
entonces conocerán que Yo Soy.
EL símbolo del pecado de Israel, la serpiente con su mordedura venenosa, se transforma en un signo de salvación. Moisés coloca una serpiente de bronce en un poste para que todos los que se arrepientan de sus pecados y lo vean puedan ser curados por el Señor. Su significado espiritual es que confesar nuestros pecados purifica la mente y el corazón. La gente llega a una nueva perspectiva cuando admiten que sus quejas son destructivas, y que despreciar el maná que el Señor les había provisto fue un acto de total ingratitud. La Iglesia primitiva reconoció en este símbolo una señal de Jesús en la Cruz. San Pablo escribió: “Por nuestro bien, Dios hizo que el Sin pecado sea pecado, para que en él podamos llegar a ser la santidad misma de Dios” (2 Corintios 5, 21).
La imagen de Jesús colgado en la cruz ciertamente muestra los efectos de la violencia humana, pero también revela el inmenso amor de Dios. Ahora, gracias a la Cruz, podemos conformar nuestras vidas a Cristo y convertirnos en hijos de Dios. Por la voluntad del Señor de soportar con perfecto amor la violencia de la Crucifixión, ha forzado el veneno del pecado fuera de nuestro sistema. Jesús ha sido levantado en la Cruz, y ahora sabemos que él es verdaderamente el gran YO SOY.
Mis hermanos, dentro de unos días celebraremos el Domingo de Ramos, el comienzo de la Semana Santa. Quizás hoy sería un buen momento para comenzar a contemplar la Cruz de Cristo.
ACTO DE COMUNIÓN ESPIRITUAL
OH Jesús mío, creo que estás presente en el Santísimo Sacramento. Te amo por encima de todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Como no puedo recibirte en este momento sacramentalmente, entra al menos espiritualmente en mi corazón. Te abrazo como si ya estuvieras allí, y me uno completamente a ti. Nunca permitas que me separe de ti. Amén.