Jesus said to his disciples: “Peace I leave with you; my peace I give to you. Not as the world gives do I give it to you.
Do not let your hearts be troubled or afraid. You heard me tell you, ‘I am going away and I will come back to you.’
If you loved me, you would rejoice that I am going to the Father; for the Father is greater than I. And now I have told you this before it happens, so that when it happens you may believe. I will no longer speak much with you, for the ruler of the world is coming. He has no power over me, but the world must know that I love the Father and that I do just as the Father has commanded me.”
HOMILY
Peace I leave with you; my peace I give to you.
What a powerful description of the ministry of Paul and Barnabas we have in today’s first reading! Visiting small churches that were struggling in a pagan world, they put fresh hope and courage into the disciples, encouraging them to persevere in the faith. In the gospel Jesus does something similar. He turns to his disciples who are distressed at the prospect of his imminent death, and tells them, “Peace I leave with you; my peace I give to you. Not as the world gives do I give it to you. Do not let your hearts be troubled or afraid.” There are times when we need to be challenged, but there are also times when we need to be encouraged. Jesus and Paul knew exactly how to encourage others. The risen Lord continues his work of encouraging his disciples even today. Getting discouraged about our faith can drag us down and stop us from doing what is within our abilities. Jesus wants to put fresh hope and courage into us, what the gospel calls a “peace the world cannot give.” He does this through the Holy Spirit. Remember, one of the most beautiful names of the Holy Spirit is ‘Comforter.’ If you are going through struggles in your life and need encouragement to move forward, ask the Lord for the peace he’s eager to offer you today.
ACT OF SPIRITUAL COMMUNION
O my Jesus,
I believe that You are present in the Most Holy Sacrament.
I love You above all things, and I desire to receive You into my soul.
Since I cannot at this moment receive You sacramentally,
come at least spiritually into my heart.
I embrace You as if You were already there,
and I unite myself wholly to You.
Never permit me to be separated from You.
Amen.
ESPAÑOL
EVANGELIO
Juan 14, 27-31a
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden. Me han oído decir: ‘Me voy, pero volveré a su lado’. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean. Ya no hablaré muchas cosas con ustedes, porque se acerca el príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo sepa que amo al Padre y que cumplo exactamente lo que el Padre me ha mandado’’.
HOMILÍA
La paz les dejo, mi paz les doy.
¡Qué descripción tan poderosa del ministerio de Pablo y Bernabé tenemos en la primera lectura de hoy! Al visitar pequeñas iglesias que estaban luchando en un mundo pagano, pusieron nueva esperanza y valor en los discípulos, alentándolos a perseverar en la fe. En el evangelio, Jesús hace algo similar. Se vuelve hacia sus discípulos que están angustiados ante la perspectiva de su muerte inminente, y les dice: “Paz, les dejo; te doy mi paz No como el mundo da, te lo doy a ti. No dejes que tus corazones se turben o teman ”. Hay momentos en los que necesitamos ser desafiados, pero también hay momentos en los que debemos ser alentados. Jesús y Pablo sabían exactamente cómo alentar a los demás. El Señor resucitado continúa su trabajo de alentar a sus discípulos incluso hoy. Desanimarse acerca de nuestra fe puede arrastrarnos hacia abajo y evitar que hagamos lo que está dentro de nuestras capacidades. Jesús quiere poner nueva esperanza y valor en nosotros, lo que el evangelio llama una "paz que el mundo no puede dar". Lo hace a través del Espíritu Santo. Recuerde, uno de los nombres más bellos del Espíritu Santo es "Consolador". Si está pasando por dificultades en su vida y necesita aliento para seguir adelante, pídale al Señor la paz que está ansioso por ofrecerle hoy.
EL ACTO DE COMUNIÓN ESPIRITUAL
Oh Jesús mío,
creo que estás presente en el Santísimo Sacramento.
Te amo por encima de todas las cosas y deseo recibirte en mi alma.
Como no puedo recibirte en este momento sacramentalmente,
entra al menos espiritualmente en mi corazón.
Te abrazo como si ya estuvieras allí,
y me uno completamente a ti.
Nunca permitas que me separe de ti.
Amén.