GOSPEL John 16:5-11 Jesus said to his disciples: “Now I am going to the one who sent me, and not one of you asks me, ‘Where are you going?’ But because I told you this, grief has filled your hearts. But I tell you the truth, it is better for you that I go. For if I do not go, the Advocate will not come to you. But if I go, I will send him to you. And when he comes he will convict the world in regard to sin and righteousness and condemnation: sin, because they do not believe in me; righteousness, because I am going to the Father and you will no longer see me; condemnation, because the ruler of this world has been condemned.”
HOMILY Human judgments can often be very wide of the mark. That’s why we need to seek GΘD’s perspective.
When the Advocate, the Holy Spirit came into our world on that first Pentecost, he showed the world how wrong it was about sin, about who was in the right and about judgment. Those who had approved of the Lord’s crucifixion thought he must have been a notorious sinner, because didn’t his horrible and humiliating way to die prove that GΘD had judged him and given him what he deserved? The Jewish leaders fully believed that they were right to put him to death, because this crazy man from Nazareth was trying to lead Israel away from the law of Moses. Clearly we consider their assessments totally mistaken. Jesus was no sinner, and neither was he judged or condemned by GΘD. What an enormous disparity between GΘD’s perception and human perception. The One whom GΘD looked upon as a beloved Son, others looked upon as a vile sinner. The One whom GΘD had sent to us to be our Savior, was considered cursed by GΘD. Human judgments can often be very wide of the mark. That’s why we need to seek GΘD’s perspective, to see others as GΘD sees them. For this we need the Holy Spirit, the Advocate, who gives us GΘD’s perspective. It is he who enables us to see as GΘD sees, to know as GΘD knows, to be wise as GΘD is wise. We need the Holy Spirit to keep filling our hard and imperfect hearts with humility and love.
Human judgments can often be very wide of the mark. That’s why we need to seek GΘD’s perspective.
PASCUA ~ B MARTES de la SEXTA SEMANA
EVANGELIO Juan 16, 5-11 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Me voy ya al que me envió y ninguno de ustedes me pregunta: ‘¿A dónde vas?’ Es que su corazón se ha llenado de tristeza porque les he dicho estas cosas. Sin embargo, es cierto lo que les digo: les conviene que me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; en cambio, si me voy, yo se lo enviaré. Y cuando él venga, establecerá la culpabilidad del mundo en materia de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque ellos no han creído en mí; de justicia, porque me voy al Padre y ya no me verán ustedes; de juicio, porque el príncipe de este mundo ya está condenado”.
HOMILÍA Los juicios humanos a menudo pueden estar muy lejos de la realidad. Es por eso que debemos buscar la perspectiva de DIΘS.
Cuando el Abogado, el Espíritu Santo vino a nuestro mundo en ese primer Pentecostés, le mostró al mundo lo equivocado que estaba sobre el pecado, sobre quién tenía razón y sobre el juicio. Aquellos que aprobaron la crucifixión del Señor pensaron que debía haber sido un pecador notorio, porque ¿no probaba su horrible y humillante manera de morir que DIΘS lo había juzgado y le había dado lo que se merecía? Los líderes judíos creían plenamente que tenían razón en darle muerte, porque este loco de Nazaret estaba tratando de apartar a Israel de la ley de Moisés. Claramente, consideramos que sus evaluaciones están totalmente equivocadas. Jesús no era un pecador, y tampoco fue juzgado ni condenado por DIΘS. Qué enorme disparidad entre la percepción de DIΘS y la percepción humana. Aquel a quien DIΘS veía como un Hijo amado, otros lo veían como un vil pecador. Aquel que DIΘS nos había enviado para ser nuestro Salvador, fue considerado maldito por DIΘS. Los juicios humanos a menudo pueden estar muy lejos de la realidad. Es por eso que necesitamos buscar la perspectiva de DIΘS, para ver a los demás como DIΘS los ve. Para esto necesitamos al Espíritu Santo, el Abogado, quien nos da la perspectiva de DIΘS. Él es quien nos capacita para ver como DIΘS ve, saber como DIΘS sabe, ser sabios como DIΘS es sabio. Necesitamos que el Espíritu Santo siga llenando nuestros corazones duros e imperfectos con humildad y amor.
Los juicios humanos a menudo pueden estar muy lejos de la realidad. Es por eso que debemos buscar la perspectiva de DIΘS.