In the course of his teaching Jesus said, “Beware of the scribes, who like to go around in long robes and accept greetings in the marketplaces, seats of honor in synagogues, and places of honor at banquets. They devour the houses of widows and, as a pretext, recite lengthy prayers. They will receive a very severe condemnation.”
He sat down opposite the treasury and observed how the crowd put money into the treasury. Many rich people put in large sums. A poor widow also came and put in two small coins worth a few cents. Calling his disciples to himself, he said to them, “Amen, I say to you, this poor widow put in more than all the other contributors to the treasury. For they have all contributed from their surplus wealth, but she, from her poverty, has contributed all she had, her whole livelihood.”
HOMILY
This poor widow gave more than all the others, because from her poverty she gave all she had.
One of the fundamental truths that we discover in the gospels is this: Religion becomes irrelevant when its leaders focus on the externals, like splendid vestments, and guaranteed, reserved seats in church. To avoid this trap, Jesus points out, and then praises, the widow who offers GΘD her two small copper coins. In effect, she contributed more than all the others, because while they gave from their surplus wealth, she gave from her poverty. The phrase “widow’s mite” has made its way into the English language, and refers to something small and seemingly insignificant, but which, nonetheless, reveals a tremendous generosity of spirit. Jesus was quite impressed with this poor widow, so much so that he points her out to his disciples as an example of what authentic generosity of spirit looks like. It’s interesting to note that at this point in Mark’s Gospel, Jesus is about to enter into his saving Passion and Death. And so, this poor widow, who gave everything she had, becomes a beautiful and powerful example of what Jesus is about to do: He will soon give everything he has on the altar of the Cross for the salvation of the world. This seemingly insignificant widow, who appears to give next to nothing becomes for us a living witness of divine generosity, and reminds us that there are actual saints living among us that we often don’t even notice. A wonderful generosity of spirit can reveal itself in amazing gestures that appear on the outside to be very ordinary, even insignificant, and there may be moments in our lives when we seem to have very little. But if we give generously out of what little we have, we will become rich in the eyes of GΘD. May he give us a generous spirit, just like he gave to this poor widow.
This poor widow gave more than all the others, because from her poverty she gave all she had.
TIEMPO ORDINARIO ~ CICLO B-1
SÁBADO de la NOVENA SAMANA
EVANGELIO
Marcos 12, 38-44
En aquel tiempo, enseñaba Jesús a la multitud y le decía: “¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplios ropajes y recibir reverencias en las calles; buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; se echan sobre los bienes de las viudas haciendo ostentación de largos rezos. Estos recibirán un castigo muy riguroso”.
En una ocasión Jesús estaba sentado frente a las alcancías del templo, mirando cómo la gente echaba allí sus monedas. Muchos ricos daban en abundancia. En esto, se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. Llamando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: “Yo les aseguro que esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos. Porque los demás han echado de lo que les sobraba; pero ésta, en su pobreza ha echado todo lo que tenía para vivir”.
HOMILÍA
Esta pobre viuda dio más que todas las demás, porque de su pobreza dio todo lo que tenía.
Una de las verdades fundamentales que descubrimos en los evangelios es esta: la religión se vuelve irrelevante cuando sus líderes se enfocan en lo externo, como vestiduras espléndidas y asientos reservados y garantizados en la iglesia. Para evitar esta trampa, Jesús señala, y luego alaba, a la viuda que le ofrece a DIΘS sus dos pequeñas monedas de cobre. En efecto, ella contribuyó más que todos los demás, porque mientras ellos daban de sus excedentes de riqueza, ella daba de su pobreza. La frase “widow’s mite” se ha introducido en el idioma inglés y se refiere a algo pequeño y aparentemente insignificante, pero que, sin embargo, revela una tremenda generosidad de espíritu. Jesús quedó muy impresionado con esta pobre viuda, tanto que la señala a sus discípulos como un ejemplo de lo que es la auténtica generosidad de espíritu. Es interesante notar que en este punto del Evangelio de Marcos, Jesús está a punto de entrar en su Pasión y Muerte salvadoras. Y así, esta pobre viuda, que dio todo lo que tenía, se convierte en un bello y poderoso ejemplo de lo que está a punto de hacer Jesús: pronto entregará todo lo que tiene en el altar de la Cruz por la salvación del mundo. Esta viuda aparentemente insignificante, que parece no dar casi nada, se convierte para nosotros en un testimonio vivo de la generosidad divina, y nos recuerda que hay santos reales viviendo entre nosotros que a menudo ni siquiera nos damos cuenta. Una maravillosa generosidad de espíritu puede revelarse en gestos asombrosos que parecen en el exterior ser muy ordinarios, incluso insignificantes, y puede haber momentos en nuestras vidas en los que parece que tenemos muy poco. Pero si damos generosamente de lo poco que tenemos, seremos ricos a los ojos de DIΘS. Que nos dé un espíritu generoso, como le dio a esta pobre viuda.
Esta pobre viuda dio más que todas las demás, porque de su pobreza dio todo lo que tenía.