GOSPEL Matthew 28:16-20 The eleven disciples went to Galilee, to the mountain to which Jesus had ordered them. When they all saw him, they worshiped, but they doubted. Then Jesus approached and said to them, “All power in heaven and on earth has been given to me. Go, therefore, and make disciples of all nations, baptizing them in the name of the Father, and of the Son, and of the Holy Spirit, teaching them to observe all that I have commanded you. And behold, I am with you always, until the end of the age.”
HOMILY
Through the Holy Trinity, we now exist not only with GΘD, but in GΘD!
Last Sunday we ended our Easter season with the glorious celebration of Pentecost. We are now in Ordinary Time, and what better way to begin this new liturgical season than by going back to the Source of everything, to the Most Holy Trinity. But in order to help us understand and appreciate the mystery of the Trinity just a little bit more, we need to ask ourselves three important questions that will hopefully put us on the right track. The first question is: What word could we use that would best describe the Trinity? The word I would choose is “relationship,” because it describes a unity that that two or more people, or concepts, share with each other. The second question is: What exactly is the bond that unites the Trinity in this relationship? The word I would choose is “love”, because it binds these three Divine Persons together in a perfectly happy and self-sufficient relationship: The Father is the Lover, the Son is the Beloved, and the Love that they share between them is the Holy Spirit. Our third and final question is: So if the Trinity is a perfectly happy and self-sufficient relationship of love, then where do we and the rest of the universe fit in? The answer is found in the type of love that binds the Trinity together—a self-sacrificing love that is always motivated to move outside itself to embrace the entire universe, a love that the Greeks called agape. To visualize this unique form of love you just have to gaze upon, and meditate on, the Crucifix. So now that we know that the Trinity is a relationship of love that embraces the entire universe, is there anything else we need to know. Yes, there certainly is! You see, before the mystery of the Incarnation happened over two thousand years ago, the Trinity possessed only one nature, a divine nature. But after the Incarnation, and now for the rest of eternity, it possesses two natures: divine and human. There is now a complete human nature within the Most Holy Trinity in the Person of Jesus Christ, who is fully GΘD and fully human. No other created being can boast of this, only we can. And so when we realize that the Trinity is a relationship of love that embraces the entire universe, we have every right to marvel at the indisputable fact that our embrace from GΘD is like no other in the universe, because….
…through the Holy Trinity, we now exist not only with GΘD, but in GΘD!
Set aside some time today to let this good news sink in.
TIEMPO ORDINARIO ~ B-1 SOLEMNIDAD ~ SANTÍSIMA TRINIDAD
EVANGELIO Matthew 28, 16-20 En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban. Entonces Jesús se acercó a ellos y les dijo: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.
HOMILÍA
¡A través de la Santísima Trinidad, ahora existimos no solo con DIΘS, sino en DIΘS!
El domingo pasado terminamos nuestra temporada de Pascua con la gloriosa celebración de Pentecostés. Estamos ahora en el Tiempo Ordinario, y qué mejor manera de comenzar este nuevo tiempo litúrgico que volviendo a la Fuente de todo, a la Santísima Trinidad. Pero para ayudarnos a comprender y apreciar un poco más el misterio de la Trinidad, necesitamos hacernos tres preguntas importantes que, con suerte, nos pondrán en el camino correcto. La primera pregunta es: ¿Qué palabra podríamos usar para describir mejor la Trinidad? La palabra que elegiría es “relación”, porque describe una unidad que dos o más personas o conceptos comparten entre sí. La segunda pregunta es: ¿Cuál es exactamente el vínculo que une a la Trinidad en esta relación? La palabra que elegiría es “amor”, porque une a estas tres Divinas Personas en una relación perfectamente feliz y autosuficiente: el Padre es el Amante, el Hijo es el Amado y el Amor que comparten entre ellos es el Espíritu Santo. Nuestra tercera y última pregunta es: Entonces, si la Trinidad es una relación de amor perfectamente feliz y autosuficiente, ¿dónde encajamos nosotros y el resto del universo? La respuesta se encuentra en el tipo de amor que une a la Trinidad: un amor abnegado que siempre está motivado a salir de sí mismo para abrazar el universo entero, un amor que los griegos llamaban ágape. Para visualizar esta forma única de amor, solo tienes que contemplar y meditar en el Crucifijo. Entonces, ahora que sabemos que la Trinidad es una relación de amor que abarca todo el universo, ¿hay algo más que necesitemos saber? ¡Sí, ciertamente la hay! Verá, antes de que ocurriera el misterio de la Encarnación hace más de dos mil años, la Trinidad poseía solo una naturaleza, una naturaleza divina. Pero después de la Encarnación, y ahora por el resto de la eternidad, posee dos naturalezas: divina y humana. Ahora hay una naturaleza humana completa dentro de la Santísima Trinidad en la Persona de Jesucristo, quien es completamente DIΘS y completamente humano. Ningún otro ser creado puede jactarse de esto, solo nosotros podemos. Y así, cuando nos damos cuenta de que la Trinidad es una relación de amor que abraza a todo el universo, tenemos todo el derecho a maravillarnos por el hecho indiscutible de que nuestro abrazo de DIΘS es como ningún otro en el universo, porque….
… a través de la Santísima Trinidad, ¡ahora existimos no solo con DIΘS, sino en DIΘS!
Dedique algo de tiempo hoy para dejar que se asimilen estas buenas noticias.