The disciples said to Jesus, “Now you are talking plainly, and not in any figure of speech. Now we realize that you know everything and that you do not need to have anyone question you. Because of this we believe that you came from GΘD.” Jesus answered them, “Do you believe now? Behold, the hour is coming and has arrived when each of you will be scattered to his own home and you will leave me alone. But I am not alone, because the Father is with me. I have told you this so that you might have peace in me. In the world you will have trouble, but take courage, I have conquered the world.”
HOMILY
Pray, hope, and do not worry. Worry is useless. GΘD is merciful and will hear your prayer.
At the Last Supper Jesus foretold that his disciples would abandon him—and they certainly did. But let’s not be too harsh on them, because we, too, abandon Jesus from time to time. One minute we are invigorated by deep spiritual consolations, and the next, we feel depleted and depressed and remove ourselves from his divine presence. As you can well imagine, this never ends well for us. But mercifully, it’s in those moments that Jesus shows us exactly what to focus on. He tells his disciples, “I am not alone, because the Father is with me.” We must remember that we are always children of GΘD. Certainly, we can flee from him, but still he never abandons us. Our loving Lord is patient with us and calls us to repent and return to his presence. In 2 Peter 3:9 we read, “The Lord does not delay his promise, as some regard ‘delay,’ but he is patient with you, not wishing that any should perish but that all should come to repentance”.
Jesus tells us in today’s Gospel, “In the world you will have trouble.” He knows that all of us face seemingly insurmountable circumstances at times during our sojourn in this life. So what is his recommendation? It’s simple: Take courage! As Christians we draw our courage from the sure knowledge that Jesus Christ has conquered the world. By his Cross he has conquered our three greatest fears: sin, death, and the grave. If we fix our eyes on him and the amazing plan he has prepared for us from the foundation of the world, we have nothing to fear, absolutely nothing. On that note, I will end my homily as I began it, with these words from one of my favorites saints, Padre Pio:
Pray, hope, and do not worry. Worry is useless. GΘD is merciful and will hear your prayer.
ACT OF SPIRITUAL COMMUNION
O my Jesus,
I believe that You are present in the Most Holy Sacrament.
I love You above all things, and I desire to receive You into my soul.
Since I cannot at this moment receive You sacramentally,
come at least spiritually into my heart.
I embrace You as if You were already there,
and I unite myself wholly to You.
Never permit me to be separated from You.
Amen.
ESPAÑOL
EVANGELIO
Juan 16, 29-33
En aquel tiempo, los discípulos le dijeron a Jesús: “Ahora sí nos estás hablando claro y no en parábolas. Ahora sí estamos convencidos de que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por eso creemos que has venido de DIΘS”. Les contestó Jesús: “¿De veras creen? Pues miren que viene la hora, más aún, ya llegó, en que se van a dispersar cada uno por su lado y me dejarán solo. Sin embargo, no estaré solo, porque el Padre está conmigo. Les he dicho estas cosas, para que tengan paz en mí. En el mundo tendrán tribulaciones; pero tengan valor, porque yo he vencido al mundo”.
HOMILÍA
Ora, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. DIΘS es misericordioso y escuchará tu oración.
En la Última Cena, Jesús predijo que sus discípulos lo abandonarían, y ciertamente lo hicieron. Pero no seamos demasiado duros con ellos, porque nosotros también abandonamos a Jesús de vez en cuando. Un minuto nos sentimos vigorizados por profundos consuelos espirituales, y al siguiente, nos sentimos agotados y deprimidos y nos alejamos de su presencia divina. Como puedes imaginar, esto nunca termina bien para nosotros. Pero, afortunadamente, es en esos momentos que Jesús nos muestra exactamente en qué enfocarnos. Él les dice a sus discípulos: "No estoy solo, porque el Padre está conmigo". Debemos recordar que siempre somos hijos de DIΘS. Ciertamente, podemos huir de él, pero aún así él nunca nos abandona. Nuestro amoroso Señor es paciente con nosotros y nos llama a arrepentirnos y regresar a su presencia. En 2 Pedro 3: 9 leemos: "El Señor no retrasa su promesa, ya que algunos consideran" demora ", pero es paciente con usted, no desea que ninguno perezca, sino que todos se arrepientan".
Jesús nos dice en el Evangelio de hoy: "En el mundo tendrás problemas". Él sabe que todos nosotros enfrentamos circunstancias aparentemente insuperables a veces durante nuestra estadía en esta vida. Entonces, ¿cuál es su recomendación? Es simple: ¡Anímate! Como cristianos sacamos nuestro coraje del conocimiento seguro de que Jesucristo ha conquistado el mundo. Con su cruz ha conquistado nuestros tres mayores temores: el pecado, la muerte y la tumba. Si fijamos nuestros ojos en él y en el increíble plan que nos ha preparado desde la fundación del mundo, no tenemos nada que temer, absolutamente nada. En esa nota, terminaré mi homilía cuando la comencé, con estas palabras de uno de mis santos favoritos, el Padre Pío:
Ora, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. DIΘS es misericordioso y escuchará tu oración.
EL ACTO DE COMUNIÓN ESPIRITUAL
Oh Jesús mío,
creo que estás presente en el Santísimo Sacramento.
Te amo por encima de todas las cosas y deseo recibirte en mi alma.
Como no puedo recibirte en este momento sacramentalmente,
entra al menos espiritualmente en mi corazón.
Te abrazo como si ya estuvieras allí,
y me uno completamente a ti.
Nunca permitas que me separe de ti.
Amén.